Desequilibrio de poderes

Publicado: 19 julio, 2018 en DERECHO, NOCHE Y DÍA

Entre las innumerables características que describen a nuestro país, esta la de convertir crónicas policiales en espectáculos, los noticieros son prueba de ello y en estos días el tema de indignación semanal son los audios que muestra la descomposición del Poder Judicial (ya a inicios de año padecimos el descalabro del Poder Ejecutivo y la constante en el tiempo que es el Poder Legislativo). No existe peruano que directa o indirectamente no haya sido víctima por este organismo corrompido, el mismo que define y predice conductas, que sanciona o interpreta la moral nacional; lo que hoy se etiqueta como corrupción, no es mas que el eterno secreto a voces denunciado sin pruebas; que ahora se convierta en la molestia medular de la sociedad, se debe en gran parte a la inusitada difusión en los medios de comunicación; imagínese cuántos corruptos conviven con nosotros, cuántos cínicos que han saqueado el país hoy se presentan impunes con un discurso moralista y silenciosamente agradecen que la tecnología de los años en que delinquieron no permitía grabar con tanta facilidad.

Es en este infortunio, cuando nos fijamos en aquella isla solitaria en la que se ha convertido la prensa de investigación independiente, cuya motivación de trabajo, tal vez, sea el hartazgo o la lucha contra la anomia. Gracias a estos periodistas tenemos la oportunidad de bosquejar la clase de gobernantes que tenemos, el daño que producen los grupos de poder por su insano egoísmo y vanidad, nos enrostra cómo el sistema putrefacto se lava las manos y siempre busca culpar al ciudadano como factor preponderante de todos los males, ( es fácil hacerlo en personas desinformadas, que sobreviven con poco y sin mucha capacidad de elección), aun sabiendo que el mismo sistema se protege y obliga a los demás a elegir entre lo que oficialmente ofrece.

Lo cierto es que este efecto domino en los tres poderes estatales, no se desencadeno en los últimos meses, vienes de más atrás, basándome en la historia reciente, un punto referencial es la década del ochenta, con el retorno de la democracia , donde tuvimos una oportunidad para refundar la república, pero sucedió todo lo contrario, esto debido a la reaparición de viejos oportunistas que defenestraron al estado cuando tuvieron el poder y se instalaban reiteradamente en distintos cargos públicos o el ingreso al mundo político de nuevos charlatanes de gran peligrosidad. La reciclada clase política ochentera tiene amplia responsabilidad en esta tragedia nacional, los mismos miserables que sobreviven gobiernos y pasean por puestos públicos con temporadas de escasa o nula fiscalización y utilizan el poder conferido para implantar futuros peones en cuanta institución del Estado sea posible, un ejemplo visible, fue la colocación de jóvenes abogados inescrupulosos en el Poder Judicial, quienes con el tiempo hicieron carrera y “misteriosamente” fueron ascendiendo e incrementando su patrimonio.

Sobre esta crisis, particularmente insalvable, se puede anotar las siguientes ideas:

Two Skeletons fighting over a Dead Man (1891) - James Ensor

  1. La magnitud del daño es de gran escala, los componentes honestos del Poder Judicial son un reducto estadísticamente no representativo, por ende, sin la fuerza necesaria para una transformación; salvar el actual sistema es llenar de parches un gran parche, la descomposición es a tal extremo que las antiguas tácticas de determinados miembros del Poder Judicial, como “resistir hasta que se aburran” o “lealtad al espíritu de cuerpo”, ya no son tan eficaces como antaño, esto gracias a las redes sociales y su capacidad de viralizar noticias. Habrá que ser muy creativo o muy cínico para pretender salvar el statu quo.                                                                      
  2. No hay que ser muy suspicaz para notar el actuar de la prensa y los demás entes de fiscalización durante todo este tiempo, ingenuidad a ultranza o simple conveniencia de callar para convivir en el mismo lodazal, es insólito que mientras el tema de la corrupción en el Poder Judicial era vox populi, el monopolio de los medios prefería concentrarse en la creación diaria de circos con ídolos de barro. De otra parte, también causa extrañeza la conducta de los allegados a los hoy señalados como corruptos, se tapan la nariz cuando los mencionan, a pesar de haber compartido por años, actividades laborales, amicales, círculos profesionales e incluso la mesa y nunca se percataron del comportamiento del sujeto en cuestión, claro, pueda que su lado moral se activa a voluntad y pasa por alto algunos “pecadillos” cuando era conveniente.
  3. La lucha contra la corrupción no es una tendencia impuesta por internet o una moda, en nuestro país debiera ser un estilo de vida. Hoy la mirada publica se concentra en el Poder Judicial; pero estimado lector, no peque de iluso y se deje poner una especie de gringolas ficticias pero efectivas para no ver la totalidad del panorama…la corrupción no está a 90° o a 180°, es todo un circulo; no olvide que nosotros tenemos nuestros propios corruptos locales, esos que ahora respiran despacio para pasar desapercibidos, esperanzados en que la amnesia nacional se active a favor de ellos; fíjense en las muchas autoridades de su ciudad que cobardemente evitan el tema y su séquito de periodistas se limita a preguntar intrascendencias, los más avezados aparecen asqueados exigiendo castigos draconianos para los acusados, mientras internamente rezan para que no aparezca alguna prueba de cuando ellos infringen la ley, para todas estas tristemente célebres autoridades,  sucesos como el que acontece, es una oportunidad para borrar huellas o sofisticar sus métodos.
  4. Se renuevan las sospechas acerca de cómo algunos personajes lograron un puesto en el Estado, ( no se esfuerce haciendo memoria, piense en esos conocidos caracterizados por su charlatanería, histrionismo, arribismo, servilismo, mediocridad o ausencia de capacidad en los estudios pero de ambición ilimitada), digo que se renuevan las dudas porque hemos sido testigos del actuar de ciertos jurados en concursos públicos y su forma de encaminar una entrevista o examen oral; jurados que por simple lógica accedieron a ese cargo por las mismas turbias razones. Consecuentemente, la selección de este tipo de burócratas nos arrastra a un espiral sin fin, pues para cuidar sus cargos tienen que mantener con vida al titiritero y para asegurar su ascenso requieren de integrar más miembros a la mafia, además, saben que en una evaluación objetiva estarían condenados al desempleo. Es triste afirmar que la meritocracia es escasa en nuestra patria.
  5. La frase “QUE SE VAYAN TODOS”, no es exclusiva ni excluyente, es literal y nos referimos a tanto miserable cómplice de la destrucción nacional, sea por su vocación delincuencial o por ese acto de corrupción velada que es meterse en lo que no entienden, tanto personaje fútil y vacío que deduce que se aprende en el camino y cuya irresponsable aventura implica la perdida de millones del erario, oportunidades de corrupción y el atraso incalculable de su jurisdicción.

Ser optimista en esta situación seria patológico, no podemos buscar salidas sabiendo quienes se repartieron las llaves. Posiblemente muchos peruanos están cansados de marchas y contramarchas, pero no hay alternativa si queremos ser oídos, ya que ese tejido maléfico que ha enredados a todos los poderes estatales e incluido al monopolio del cuarto poder, se alimenta de la inacción ciudadana, porque pueda que ellos hayan absorbido todo aquello que tiene precio, pero nunca podrán con la dignidad nacional.

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